Traducción Jurídica
La traducción legal, ¿qué es y cuáles son sus características?
En traducción existen diversas modalidades que se establecen a partir de la temática de los textos. Así, los traductores, tras acabar sus estudios, se especializan en una modalidad en la que adquieren los distintos conocimientos relevantes del sector, así como su vocabulario y peculiaridades específicas. Una de estas modalidades es la traducción legal, también conocida como traducción jurídica.
La traducción legal es aquella que se encarga de traducir de una lengua a otra textos jurídicos y administrativos de entidades públicas o empresas privadas.
Dentro de estos textos podemos encontrar multitud de subclases: actas notariales, estatutos de una sociedad, decretos, leyes, órdenes ministeriales, actas de reuniones…
¿Es lo mismo traducción legal que traducción jurada?
No, no es lo mismo. Como hemos visto en el apartado anterior, una traducción legal o traducción jurídica siempre será una traducción de textos del ámbito del derecho y la legislación. Sin embargo, una traducción jurada puede ser una traducción de cualquier temática, no solo del campo del derecho.
La diferencia se encuentra en la validez legal ante cualquier organismo o institución de la traducción jurada. Una traducción jurada es una reproducción exacta en otro idioma del texto del documento con valor legal, sellada y firmada por un intérprete-traductor jurado nombrado a tal efecto por Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España (MAEC).
Una traducción legal sí puede ser a su vez una traducción jurada, pero en muchas ocasiones no es necesario, ya que pueden ser documentos para empresas privadas que no van a ser llevados ante ninguna institución pública. Si el organismo oficial así lo requiere, sí necesitarás una traducción jurada.
¿Qué es la traducción legal jurada?
Una traducción legal jurada es una traducción de documentos del campo del derecho y la legislación firmada por un traductor jurado que tiene validez legal. De este modo, si necesitas presentar algún documento legal en una institución o administración pública, la traducción deberá ser jurada para que se considere como un documento oficial.
Intérpretes Judiciales
De la misma manera, podemos decir que interpretación jurídica no es lo mismo que interpretación jurada. En el primer caso, el intérprete jurídico estaría especializado en la reproducción oral del discurso en temas del campo del derecho y la legislación, pero su palabra no tendría validez legal en un juicio.
En el segundo caso, para un proceso judicial en el que intervengan demandantes, demandados o testigos que no manejen con soltura el español, se necesita el servicio de un intérprete jurado. También puede requerirse en vistas y visitas al notario. Este servicio de interpretación jurada requiere una planificación y preparación previa exhaustiva. El intérprete jurado debe tener el contenido de las intervenciones y documentación del proceso judicial con antelación para poder ejercer bien su trabajo.
¿Por qué la traducción jurídica es compleja?
La traducción jurídica siempre ha tenido fama de ser muy complicada. Esto se debe a las siguientes razones:
1. El traductor debe conocer tanto el derecho nacional como el derecho de la traducción
Esto se debe a que se están traduciendo figuras jurídicas, por lo que el traductor debe saber cuál es su sinónimo en el derecho del otro país, y para esto no solo sirve con conocer la terminología. Es decir, un traductor jurídico de inglés al español debe conocer el funcionamiento tanto del derecho británico (o estadounidense) como del español.
2. A veces las leyes no existen en el idioma de destino
Esto es algo muy habitual, y es que las leyes de los países varían unas conforme a otras. Por ello el traductor se ve obligado en muchas ocasiones a explicar al pie de página el significado de la ley y buscar alguna ley similar del derecho nacional. Además, muchas figuras jurídicas son distintas de un país a otro, por lo que el traductor debe tenerlo en cuenta en todo momento para no llevar a equívocos. En algunas ocasiones, incluso la figura jurídica no existe en determinado país, lo que obliga al traductor a explicarla como si de un jurista se tratara.
3. La redacción y estructuras gramaticales son diferentes
El lenguaje de los abogados es conocido por ser enrevesado y complejo, y sus textos no podían ser menos. El traductor por tanto debe estar habituado a este tipo de construcciones para mantener el estilo en su trabajo.
¿Cómo se traducen las leyes?
El mundo de la traducción jurídica es uno de los más gratificantes, pero también es muy exigente. Es un sector sumamente especializado, por lo que los traductores deben tener altos conocimientos en derecho comparado, es decir, en el derecho de los países de las lenguas con las que trabaje. Una de las dificultades que los traductores legales o jurídicos se encuentran en su día a día son los nombres de las leyes.
Distintas formas de traducir leyes
El mayor obstáculo para los traductores jurídicos reside en que la legislación de cada país es diferente y, en algunos casos, cambia con rapidez, por lo que a veces no existen equivalentes totales en las leyes, órganos y sujetos de derecho. El caso más común es el de las leyes. Por ejemplo, el derecho inglés no es un derecho codificado, se basa en los antiguos casos que van creando jurisprudencia.
Existen diversas opciones para traducir las leyes:
1. Realizar una traducción buscando la similitud con una ley española
Esta opción solo es válida si existe una equivalencia total entre las leyes, ya que si no, puede llevar a equívocos para las personas que lean la versión en español.
2. Dejar la ley en el idioma de origen
Existen ciertos partidarios de esta práctica. No obstante, sólo será válida si el cliente tiene nociones del idioma de origen.
3. Realizar una traducción literal y dejar el nombre de la ley en el idioma de origen entre corchetes
De esta forma el cliente entenderá la ley en cuestión y siempre podrá conocer el nombre de la ley en el idioma de los países de origen, lo que permite consultar el contenido de la ley en cualquier momento en los libros de derecho, algo sumamente útil para los juristas.
4. Realizar una traducción literal, dejar el nombre de la ley en el idioma de origen entre corchetes y escribir una nota del traductor sobre dicha ley
Es la solución idónea. En la nota del traductor podremos explicar si existe algún equivalente similar en la legislación española, así como las diferencias que encontramos entre la ley de la lengua origen y la ley de nuestro país.
5 cosas que debes saber sobre el inglés jurídico
En todas las lenguas el lenguaje jurídico posee unas peculiaridades que no comparte con otras jergas. En el inglés ocurre lo mismo.
1. Se rige por la Common Law
El marco jurídico por el que se rige es la Common Law. Se trata de un marco distinto al español, puesto que se trata de derecho consuetudinario. Esto quiere decir que las leyes se han ido creando conforme a la costumbre y no respecto a códigos como el caso de España.
2. Está cargado de formalismos
En el caso del castellano jurídico también ocurre lo mismo. Por ello, lo más aconsejable es aprenderse las fórmulas más empleadas con su respectivo significado para poder comprender con mayor facilidad las leyes anglosajonas y los términos legales.
3. Existe un examen oficial de inglés jurídico
Si además te quieres tomar este tema más en serio, existe un examen en la Universidad de Cambridge de inglés jurídico, el International Legal English Certificate (ILEC), que te ayudará a demostrar tu buen uso del inglés jurídico y tu destreza en Derecho Internacional. Tanto si eres traductor como abogado, es una forma muy buena de probar tus conocimientos ante un trabajo o nuevo reto profesional, ya que es una titulación muy valorada por los despachos de abogados y empresas internacionales.
4. Se emplea mucho la forma pasiva
En el inglés jurídico la forma pasiva domina en todos los documentos. Por ello, el traductor jurídico o legal debe estar atento a la hora de traducir los tiempos de las oraciones.
5. Existen muchos recursos en internet
Desde publicaciones de universidades a colegios de abogados, podemos encontrar con el acceso a internet muchísima información y contenidos interesantes sobre la Common Law y, por tanto, de inglés jurídico. Por ejemplo, el Colegio de Abogados de Málaga posee un blog sobre inglés jurídico muy interesante. También podrás encontrar diversos blogs acerca del Derecho Comparado.
Servicios de traducciones jurídicas: ¿Cuándo son necesarios?
Si entre los proyectos para tu negocio está iniciar el proceso de internacionalización de tu empresa para captar clientes en el mercado extranjero, necesitarás el servicio de traducción jurídica a otros idiomas de distintos tipos de documentación, como las primeras propuestas comerciales, política de cookies de tu página web o la presentación de tu empresa a un nuevo proveedor o un posible socio, por ejemplo.
En algunos casos, como en la traducción de contratos internacionales o la inscripción de tu empresa en registros extranjeros, necesitarás el servicio de traducción jurada.
En Acantho, empresa de traductores profesionales, te asesoremos sobre el servicio que necesites en cada momento y protegeremos tus datos con total confidencialidad, firmando un acuerdo específico si es necesario.
Documentos que necesitan traducción juridica
Contratos
Escrituras de constitución de empresas
Poderes notariales
Informes periciales
Demandas judiciales
Testamentos y fideicomisos
Estatutos sociales
Pólizas de seguros, etc…
Podríamos decir que se necesita traducción jurídica de cualquier documento o texto redactado por un experto en derecho y de documentos financieros que contengan conceptos jurídicos.
Requisitos del traductor jurídico
Debido a la complejidad de este tipo de traducciones, el traductor jurídico profesional debe tener formación universitaria (licenciatura o grado) en traducción y en derecho nacional y derecho de la traducción. Es recomendable que posea algún máster y/o cursos especializados en traducción jurídica.
¿Por qué elegir a Acantho como tu empresa de traducción jurídica profesional?
Entre nuestros clientes se encuentran despachos de abogados, auditores de cuentas y empresas internacionales para las que realizamos traducciones legales de sus documentos.
En las traducciones jurídicas no puede haber margen de error, por ello hay que elegir siempre a los mejores traductores legales, profesionales especializados con amplia experiencia en traducciones legales y con garantía de calidad, como los traductores que forman el equipo de Acantho. Llámanos por teléfono al 976 910 302 o escríbenos un correo electrónico a info@acantho.eu si tienes dudas sobre los servicios de traducción legal, necesitas más información o quieres conocer el precio de tu traducción jurídica o legal y te atenderemos encantadas. Elaboraremos un presupuesto a partir de tus documentos totalmente gratuito y sin compromiso.